Si ya al empezar la mañana todo le sale mal, desde el desayuno que se le quema, trate de no ponerse frenético. Todo cambiará con el correr de las horas. Mantenga la calma. ¿Le parece que vale la pena arriesgar su vida conyugal sólo porque esa persona que tanto lo atrae parece estar dispuesta a prestarle atención en este día? Si ni siquiera lo sacude profundamente, no tiene motivos reales para arriesgarse. Compartir las preocupaciones que ciertas actitudes de sus padres le generan a un hermano o a un primo suyo le resultará muy enriquecedor y le permitirá aclarar sus ideas.